jueves, 20 de mayo de 2010

África no debe escuchar las voces ajenas, ¡África debe ser escuchada!



El continente africano es un continente que históricamente ha sido saqueado, aterrorizado y deshumanizado del modo más cruel que el mundo haya visto, tanto de manera directa, como indirecta. Al hacer alusión de los ataques antes mencionados de manera directa nos referimos a un contexto amplio en el transcurrir de la historia que va desde el momento en el que se llegó a él, encontrando un continente rico en recursos naturales, con recursos humanos suficientes para poder utilizarlos como esclavos y con una oportunidad basta para que cualquier Estado causará un desequilibrio positivo en las economías occidentales, motivo por el que Europa encuentra un abastecedor, cabe destacar que ya desde la antigüedad se daba esta dinámica pero sin explotación, solo con base a una cautividad domestica. Pero la explotación con fines económicos es desde el momento en que Europa encuentra en la trata de personas una entrada hacia la monopolización de tal actividad y con esto al juego de poder ante tal monopolio, siendo un antecedente de la repartición de tal continente en donde directamente las misiones europeas entraron a África para atacar a la población, argumentando que los habitantes no eran humanos y posteriormente trasladarlos a Europa como atracción para una población, que enervada por el morbo, pagaba por observarlos, o como esclavos que satisfacían todas las necesidades del patrón como una extensión mas de sus propiedades materiales.
Es así como empieza la dinámica de un continente que como fichas de un juego ha sido repartido siempre, debido a que el monopolio de la trata de personas llevado por empresas a África empieza en el siglo XV por Portugal y España en el marco del primer tratado de colonización, el tratado de Tordesillas (1494), por medio del cual se daba la repartición en la quel Brasil y las costas africanas eran para Portugal y los demás territorios serían para España, pero solo los africanos se vuelven materia para esclavitud y explotación por una petición de los reyes católicos para que solo loe negros fueran explotados y esclavizados sin dañar de ese modo a los “amerindios”. Este negocio marchaba bien, pero al ser tan buen método comercial los holandeses empezaron a expandir su mercado de trata y arrebatan a los españoles y portugueses el monopolio, lo cual empezó a marcar en el territorio africano una gran desolación a consecuencia de esas guerras ajenas a ellos. El monopolio así fue pasando por manos francesas en el siglo XVII y británicas en los siglos XVIII y XIX.
Al ser esta practica comercial cada vez más compleja por la existencia de un amplio mercado y ante la creciente demanda de recursos naturales del continente africano, principalmente alimentarios, la manera de explotación ya no solo alcanza a los habitantes, sino también a la riqueza del continente desde un sentido de explotación de recursos, la cual, por estar ya asentadas las estructuras de dominación, se de por medio de los esclavos negros en propios territorios africanos, para la ganancia de los ricos europeos. Pero esto no eliminó la trata de personas, debido a que los esclavos eran llevados hacia otros territorios para trabajar en la extracción de recursos, lo cual mantuvo la posibilidad de seguir con la trata de africanos.
Esos dos motivos fueron los más característicos de aquella época para explotar al continente africano, una repartición de la riqueza africana, de manera simbólica, por una lucha desmedida por el poder.
La otra fiel representación de la explotación directa y con una repartición formal, se presenta cuando en los años de 1884 y 1885 se lleva a cabo la conferencia de Berlín, convocada por el canciller alemán Otto Von Bismarck, debido a que las ambiciones Europeas por explotar África, en función a satisfacer sus necesidades de poder, ya eran constante factor de conflicto entre las potencias, abarcando principalmente los siguientes puntos: ocupaciones territoriales, establecimiento del Estado libre del Congo y libertad comercial en los ríos Níger y Congo. Es así como de manera “civilizada” catorce países se reúnen bajo dos rangos de interés, en el primero podemos colocar a Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, Francia, Alemania, Portugal, La Asociación Internacional del Congo (Rey Leopoldo II de Bélgica) y en menor medida Holanda, mientras que en el segundo grupo podemos encontrar a Imperio austrohúngaro, Bélgica, Dinamarca, Italia, España, Rusia, Suecia, Turquía y Estados Unidos. Estuvieron estos catorce Estados representados, de los cuales no hubo participación activa de la mayoría, por lo que sólo un 30% tendría beneficios significativos, por el desarrollo que tenían en los medios necesarios para la dominación, la cantidad principal, era para darle un toque de legitimidad a la reunión, pero como siempre ha sido, sin preguntarle a África.
De esta colonizadora conferencia los resultados fueron la libre navegación marítima y fluvial por los ríos Congo y Níger, se estableció la libertad de comercio en el centro del continente africano formado por la cuenca del río Congo, se acordó la prohibición de la esclavitud, y se estableció el derecho a reclamar una porción de la costa africana sólo si dicho territorio se ocupaba efectivamente y se comunicaba de este evento a otros estados.
Un elemento importante que fue pactado en la Conferencia fue reconocer como regla de Derecho Internacional el principio de uti possidetis iure, en tanto para que un estado europeo reclame derechos de soberanía sobre un territorio africano debería de establecer previamente una real posesión sobre éste. Para acreditar esta posesión era preciso que la potencia europea reclamante hubiese suscrito un tratado con la población local y ejerciera actos efectivos de administración, o que hubiera establecido una ocupación militar permanente que bastase para asegurar su posesión, adquiriendo también el derecho a la explotación económica permanente. El objetivo era evitar que las naciones europeas reclamasen derechos sobre un territorio donde no tuviesen presencia alguna, lo cual generó una competencia desenfrenada de misiones comerciales, diplomáticas y militares enviadas por países de Europa con el fin de tomar a la brevedad la mayor cantidad posible de territorio africano.
Lo cual plantea la dirección de la siguiente etapa que confirma y explica la explotación directa, debido a que después de la repartición, llegó el momento de enviar toda la fuerza bélica para saquear y dominar cada sitio del continente africano para extraer de él toda posibilidad de riqueza, que en tal contexto histórico redituará en poder entre las sociedades explotadoras.
Es entonces que nos atrevemos a realizar está división de la historia de África a partir de los modos de explotarlo, podríamos citar muchas más barbaridades en la explicación de la explotación directa, entendiendo, ahora a esta como, la explotación del continente africano, en busca de colonizar y ocupar de forma deliberada el continente africano, buscando por todo medio recursos de todo tipo, para la satisfacción de necesidades económicas, que desembocan con su consecución en políticas.
Es con base a este método que fluyen las décadas posteriores a la conferencia de Berlín, hasta que después de la segunda guerra mundial, empiezan a cristalizarse los esfuerzos para descolonizar África y es en la consecución de ellos en donde podemos encontrar el inicio de la explotación indirecta de tal continente.
Durante la lucha por la independencia de África se logró que la mayoría de éste continente empezara a ser ajeno al yugo de la colonización, por lo que las potencias tuvieron que salir relativamente de ese continente, pero dejando ahí todas las bases para poderlo dominar desde afuera, creando conflictos internos en la población por la mezcla dejada en África por el comercio de personas de manera interna y externa, lo que repercutió en la cultura africana una violencia estructural, ya que al no haberse respetado las fronteras étnicas por parte de los colonizadores, quedaron divididos grupos de territorios correspondientes en otros Estados, propiciando una acelerada expansión en los conflictos, lo que indirectamente ha agobiado al tercer continente mas grande del mundo en las ultimas décadas.
En primera instancia quedó en África plasmada la idea economicista con la que se mueve la sociedad internacional en la actualidad y con ello la necesidad de los habitantes africanos de tener dinero para el pago de los servicios que buscan satisfacer sus necesidades básicas, desembocando en la necesidad de tener el suficiente campo laboral, aunado a ello los Europeos crearon empresas, hoteles, tiendas de abastecimiento en las que los africanos encontraron una oportunidad para trabajar, pero en las empresas dedicadas a la extracción de recursos, situación que consideramos como una explotación al continente, trabajan los mismos africanos por lo que consideramos que ellos indirectamente están explotando esa riqueza a la que tanto se ha hecho alusión en el presente documento.
Así mismo los africanos que salieron a estudiar hacia el continente europeo, hoy regresan a enseñar toda la vida cosificada de las urbes europeas, lo que ha borrado casi por completo la cosmovisión original africana, entendiendo esta ultima como la representación mas fiel de esa explotación indirecta, sin dejar de lado que muchos han salido para buscar cada día mas el reconocimiento de sus raíces.
Entendiendo, por ende, que la explotación indirecta es toda aquella que se lleva a cabo por los mismos africanos pero por costumbre o dirección externa, como el trabajo en el saqueo de recursos, la participación en la vida política y social de personas que traen consigo nuevas maneras de pensar, y todo lo que represente para África un detrimento en sus estructuras en busca de desarrollo con intereses que salen de sus fronteras.
La conjunción de estas dos maneras de explotar África, ha dejado en el continente una desaceleración en la mayoría de sus Estados y crecimiento paulatino que no puede hacer frente, en ámbitos de desarrollo económico, a las demás regiones del mundo, que como consecuencia, podemos observar bajos niveles educativos, sistemas políticos fracturados y economías que aspiran a ser, al menos, emergentes, dejando a África como un continente sin oportunidades de insertarse en el panorama actual internacional
Como consecuencia de esa escasez de desarrollo, los estudios internacionales buscan con mas firmeza el modo correcto de abordar el estudio de África para poder en un tiempo relativamente corto, poder emparejar las diversas variables de desarrollo con los demás Estados. Por lo tanto, en el presente ensayo se tratará de encontrar y argumentar cuál es la manera mas apropiada de estudiar África para la búsqueda de su desarrollo, para lo cual haremos una revisión de algunas de las propuestas mas significativas de acuerdo a nuestra percepción, para definir si alguna de ellas es la correcta, o en su defecto poder delimitar una manera eficaz para realizar el cometido.
Una de las formas usadas para realizar el estudio de África, ha sido mediante la percepción de un África negra, en la que se considera que existe una homogeneidad en la cultura africana, en la que todos son negros, flemáticos y con una capacidad inferior, aduciendo que los negros eran incapaces de hacer combinaciones de ideas simples que recibían a través de los sentidos, o de reflexionar sobre ellas. También carecían de sentido moral intrínseco que era un prerrequisito de la virtud. Y por consiguiente no podían desear nada más que comer, beber y procurarse satisfacción sexual y vivir ociosos, y perseguirían estas metas sin restricción.
Dando paso a una percepción distinta, que sostiene que la mitificación ha sido uno de los impedimentos del desarrollo natural de África, Carlos Oya es uno de sus principales promotores. En esta percepción se dedica a desmitificar los supuestos que, en teoría, hacen lento el transcurrir del desarrollo en África, por medio de pruebas estadísticas y literarias, para entonces comentar que África se va desarrollando, solo es necesario estudiarle por medio de su cultura, su organización y expectativas.
Otra forma que podemos encontrar, como alternativa para estudiar África es con base a partir desde la historia de las sociedades negro-africanas, en donde se explica el presente por las particularidades milenarias de cada región, tales como la forma de vida, la cosmovisión y la manera de entender a la familia.
Las tres percepciones anteriores, encuentran un modo de explicar al continente africano desde una perspectiva cultural, la cual maneja las diferentes maneras de observar a este continente y argumentando que la cultura ha sido un impedimento para desarrollar a África, pero también es importante, y más en el momento mas álgido de la globalización, examinar las formas que van desde un sentido económico para evolucionar al continente, en aras del tan anhelado desarrollo.
Ha habido diversas propuestas para sumar al continente africano al desarrollo económico, proponiendo, en primera instancia, un cambio dentro de la familia, pero no un cambio radical, si no uno paulatino que vaya desde sus costumbres, hasta la reproducción, formando así una moral económica, que será insertada en la familia y en la sociedad, por medio de la educación, en búsqueda de la erradicación de la pobreza, como común denominador en los Estado africanos.
Pero de existir, esa pobreza impuesta por la vida occidental, ¿cuál es la forma, para los que vierten las propuestas, de erradicar la pobreza?, es por eso que se trató este tema en el Foro Económico Mundial, en donde para cumplir las metas, la manera correcta es la implementación de instituciones, infraestructura, percepción en inversión nacional y extranjera, fomento del continente como un buen destino de inversión y hacer que los mercados financieros africanos sean mas globales.
Así mismo y como matiz de la inversión nacional podemos combinar la explotación indirecta con la diáspora, que logro que en tal combinación el recurso se quedara en pocas manos intercontinentales, como lo es en el caso de las riquezas africanas, por medio de métodos externos, tales como la familia Openheimer que con base a una empresa de extracción de diamantes, explota y adquiere ganancias en la explotación de sus propios hermanos africanos, Naseff Sawiris que tiene una empresa constructora en la que, a parte de acabar con las riquezas naturales ha inmiscuido al trabajo, también a la mayoría de africanos necesitados y para enfatizar, es importante hacer alusión a Patrice Motsepe, que detenta la vanguardia monopólica de la extracción de minerales. Todos estos ejemplos sirven de refuerzo a poder comentar que la industrialización se ha dado de un modo que no desarrolla equitativamente al continente.
Es así como entendemos que el enfoque económico no es más que la prolongación de una explotación indirecta del continente africano.
Es necesario hacer un análisis, ahora, a la manera política de intervenir al continente africano, con miras de recrear en él las estructuras políticas de los Estados involucrados, pero siempre en función de tener el acceso a la explotación, solo que ahora con base a un ejercicio de doble moral.
Enfoque en el que debemos denotar las acciones de la Comisión por África, que escondidos tras el discurso del desarrollo social de África, han creado redes políticamente muy fuertes, con representantes de los Estados que detentan la riqueza mundial, para poder llegar y desarrollar de acuerdo a sus interese el continente africano, es entonces que podemos aseverar, que crearan las estructuras, que hasta cierto punto son necesarias, pero para aprovecharse de tener el control en ellas y explotar de un modo que no sea tan visible para los propios africanos.
Estas redes políticas han creado organizaciones “no gubernamentales” tras las cuales esconden sus intereses, creando políticas mediante las cuales se introducen voluntarios, estudiantes extranjeros – que pensando que hacen un trabajo benévolo y altruista para África, simplemente están siendo engañados para servir a los interés de la cúpula política que maneja estas políticas que buscan el “desarrollo de África”.
Al haber realizado una perspectiva de las diferentes modalidades en las que se pretende desarrollar África, consideramos sumamente necesaria una critica de cada uno de los modos antes establecidos, debido a que ninguno es para nosotros el ideal, y a partir de tal critica plasmar la manera que consideramos pertinente.
En primer lugar abordamos la manera economicista de afrontar el poco desarrollo en África, la cual para nosotros simplemente abarca la forma de abordar África por medio de la erradicación de la pobreza a través de empresas y planes económicos ajenos a las necesidades territoriales de este continente, dejando de lado la parte cultural y la cosmovisión africana. Así mismo al hablar del tema cultural, precisamente este es del que se desprende la otra manera de abordar el desarrollo de África, el problema aquí recae en que la base de los estudios se da en una cultura que ha sido tergiversada por los intereses occidentales y que considera que la preservación de los usos y costumbres milenarios son un impedimento para el desarrollo que ellos pretenden.
Por último es necesario hablar de las aspiraciones políticas en el desarrollo de África, en la que, a partir de los ejemplos antes citados, podemos encontrar una falta de ética política total, debido a que es la creación de un escenario que solo le daría a África la oportunidad de satisfacer intereses externos, sin siquiera estar involucrados de ningún modo, tratando de re-funcionalizar toda estructura como consecuencia del poder político, refiriéndonos a la transformación de estructuras sociales, económica y culturales, dado a que la cúpula esta compuesta en su mayoría por aquellos que laceraron este continente siempre, siendo como una especie de retomar su poder.
Es por todo los establecido con antelación que consideramos que la mejor manera para que África sea desarrollada, es una manera inclusiva en la que los habitantes decidan por propia cuenta cual es el mejor camino para su desarrollo, dejando avanzar de modo natural su evolución, sin implicaciones externas que alteren este proceso, de existir la participación externa debe ser sólo para fomentar una educación verdaderamente laica y las estructuras que cuiden la salud de sus habitantes, con afán de que ellos conozcan cada una de las intenciones que hay para desarrollarlos y puedan expresar su opinión ante ellas, siendo reguladas por un organismo interafricano en el que no existan opiniones ni intereses ajenos que en lugar de beneficiar a África, beneficien intereses de cúpulas políticas y económicas extranjeras.
África debe ser escuchada, África debe ser desarrollada por los africanos con la manera que ellos decidan como hacerlo, es momento de olvidar toda participación ajena en el continente, es hora de que se recupere la identidad histórica africana y los habitantes puedan, por fin, olvidarse del yugo de la guerra, de la laceración de la explotación y de la poca oportunidad de participar en cualquier desacoplamiento del mundo, deben recordar que ellos tienen la riqueza natural y ahora la oportunidad para aprovecharla, África de ser bien organizada por ellos es el futuro del mundo, es el presente de las sociedades y por si fuera poco es nuestro pasado, ahí nació la vida humana y ahí se debe determinar el futuro de la misma
¡Sólo un África unida, acabará con el detrimento en desarrollo que todos los países le han impuesto!, es hora que ese pueblo que ha se ha sugestionado cobarde se levante y luche por sus derechos.
Por que no son inferiores, al contrario tienen capacidades que todos los demás continentes envidian y es ahí el porque los mejores deportistas, cantantes, escritores, políticos, luchadores sociales y los futuros transformadores de las estructuras mundiales somos negros.

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